La hipertensión arterial (HTA), también conocida como presión arterial alta, es una enfermedad silenciosa que puede dañar tu organismo durante años sin que notes síntomas. Sin tratamiento, puede derivar en discapacidad, mala calidad de vida e incluso un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular fatal. La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y se considera alta cuando la lectura es de 130/80 mm Hg o superior.
La HTA afecta principalmente a las arterias, que son los vasos sanguíneos que transportan la sangre oxigenada desde el corazón al resto del cuerpo. Las arterias sanas son flexibles, fuertes y elásticas, con un revestimiento interior liso que permite que la sangre fluya libremente. La presión arterial alta, sin embargo, aumenta la presión de la sangre que fluye por las arterias, causando daño y estrechamiento en sus paredes. Esto limita el flujo sanguíneo en todo el cuerpo y puede provocar:
- Daño y estrechamiento de las arterias: La HTA puede dañar las células del revestimiento interno de las arterias, lo que facilita la acumulación de grasas de los alimentos en sus paredes. Con el tiempo, las arterias se vuelven menos elásticas, limitando el flujo sanguíneo.
- Aneurisma: La presión constante de la sangre que circula por una arteria debilitada puede hacer que parte de la pared arterial se abombe, formando un aneurisma. Un aneurisma puede reventar y producir un sangrado potencialmente mortal en el interior del organismo.
La hipertensión arterial no solo afecta a las arterias, sino que también puede causar daños en otros órganos vitales, como el corazón, el cerebro, los riñones y los ojos.
Daño al Corazón
La presión arterial alta puede provocar diversas afecciones cardíacas, entre ellas:
- Enfermedad de las arterias coronarias: La HTA puede estrechar y dañar las arterias que suministran sangre al corazón, lo que se conoce como enfermedad de las arterias coronarias. Un flujo sanguíneo insuficiente al corazón puede derivar en dolor torácico (angina de pecho), ritmos cardíacos irregulares (arritmias) e incluso un ataque cardíaco.
- Insuficiencia cardíaca: La presión arterial alta ejerce presión sobre el corazón, lo que con el tiempo puede debilitar o endurecer el músculo cardíaco. El corazón agobiado empieza lentamente a fallar.
- Agrandamiento del ventrículo izquierdo: La HTA obliga al corazón a trabajar más para bombear sangre al resto del cuerpo, lo que hace que el ventrículo izquierdo se engrose y se agrande. Esto aumenta el riesgo de ataque e insuficiencia cardíacos, así como de muerte cardíaca súbita.
Daño al Cerebro
El cerebro depende de un suministro sanguíneo nutritivo para funcionar correctamente. La HTA puede afectar al cerebro de las siguientes maneras:
- Accidente isquémico transitorio (AIT): También conocido como miniaccidente cerebrovascular. Un AIT se produce cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se obstruye durante un breve período. Las arterias endurecidas o los coágulos sanguíneos causados por la HTA pueden derivar en AIT, que suelen ser una advertencia de que existe un riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
- Accidente cerebrovascular (ACV): Un ACV ocurre cuando una parte del cerebro no recibe suficiente oxígeno ni nutrientes. También puede ocurrir cuando hay un sangrado dentro o alrededor del cerebro. La HTA puede causar daños en los vasos sanguíneos que llegan al cerebro, lo que puede provocar un estrechamiento, una rotura o una fuga de sangre. La HTA también puede ser la causa de la formación de coágulos en las arterias que llegan al cerebro, obstruyendo el flujo sanguíneo y aumentando el riesgo de ACV.
- Demencia: El estrechamiento o la obstrucción de las arterias puede limitar el flujo sanguíneo al cerebro, lo que podría derivar en demencia vascular. Un solo ACV o múltiples accidentes cerebrovasculares pequeños que interrumpen el flujo sanguíneo hacia el cerebro también pueden causar demencia vascular.
- Deterioro cognitivo leve: Esta afección implica tener más problemas de memoria, lenguaje o pensamiento que otros adultos de tu edad, pero los cambios no son tan importantes como para afectar la vida diaria, como ocurre con la demencia. La HTA puede llevar a un deterioro cognitivo leve.
Daño a los Riñones
Los riñones filtran el exceso de líquido y desechos de la sangre. La HTA puede dañar los vasos sanguíneos que desembocan en los riñones, impidiendo que filtren de manera eficaz los desechos de la sangre. Esto permite que se acumulen niveles peligrosos de líquidos y residuos. Cuando los riñones no funcionan lo suficientemente bien por sí solos, se produce una afección grave denominada insuficiencia renal. La presión arterial alta es una de las causas más comunes de insuficiencia renal.
Daño a los Ojos
La HTA puede dañar los vasos sanguíneos diminutos y delicados que suministran sangre a los ojos, lo que causa:
- Daño en los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía): La retina es una capa de células fotosensibles situada en la parte posterior del ojo. Los daños en los vasos sanguíneos de la retina pueden derivar en sangrado ocular, visión borrosa y pérdida total de visión.
- Acumulación de líquido por debajo de la retina (coroidopatía): Esta afección puede llevar a visión distorsionada o, en ocasiones, formación de cicatrices que empeoran la visión.
- Daño nervioso (neuropatía óptica): La obstrucción del flujo sanguíneo puede dañar el nervio óptico que envía las señales luminosas al cerebro. Los daños pueden llevar a sangrado dentro del ojo o pérdida de la visión.
Afecciones Sexuales
La HTA puede afectar la salud sexual, tanto en hombres como en mujeres:
- Disfunción eréctil: La dificultad para conseguir y mantener una erección es más común en personas con HTA, debido a que el flujo sanguíneo limitado puede impedir que la sangre fluya hacia el pene.
- Disminución del deseo sexual y problemas de excitación y orgasmo en mujeres: La HTA puede reducir el flujo sanguíneo a la vagina, lo que puede derivar en menor deseo o excitación sexual, sequedad vaginal o problemas para tener orgasmos.
Emergencias de la Hipertensión
La HTA suele ser una afección crónica que causa daños lentamente a lo largo de los años. Sin embargo, a veces la presión arterial sube tan rápida y gravemente que se convierte en una urgencia médica. Cuando esto ocurre, es necesario un tratamiento inmediato, a menudo con atención hospitalaria. En estas situaciones, la HTA puede causar:
- Ceguera
- Dolor en el pecho
- Complicaciones del embarazo, como la preeclampsia o eclampsia, relacionadas con la presión arterial.
- Ataque cardíaco
- Pérdida de la memoria, cambios de personalidad, problemas de concentración, irritabilidad o pérdida gradual del conocimiento.
- Daño grave en la arteria principal del cuerpo (disección aórtica)
- Accidente cerebrovascular
- Alteración repentina en los latidos cardíacos que lleva a la acumulación de líquido en los pulmones y falta de aliento (edema pulmonar)
- Pérdida repentina de la función renal
Prevención y Tratamiento de la HTA
Si bien la HTA no siempre se puede curar, se puede controlar con cambios en el estilo de vida y medicamentos. Algunos consejos para prevenir y controlar la HTA incluyen:
- Llevar una dieta saludable y baja en sal.
- Perder peso si tiene sobrepeso u obesidad.
- Realizar actividad física regularmente.
- Dejar de fumar.
- Reducir el consumo de alcohol.
- Tomar los medicamentos que prescriba su médico.
- Acudir a las visitas previstas con su médico.
Es importante controlar la HTA para reducir el riesgo de enfermedades que ponen en riesgo la vida. Si tiene HTA o sospecha que puede tenerla, consulte a su médico para que le diagnostique y le ayude a controlar la presión arterial.
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