Andrés Calamaro, un artista reconocido por su talento musical y su estilo único, sorprendió a la industria musical con el lanzamiento de su disco quíntuple El Salmón, un trabajo que contenía la exorbitante cantidad de 103 canciones.
El proceso creativo detrás de El Salmón fue un viaje intenso y lleno de excesos, un periodo que el propio Calamaro describió como “encerrarse en el estudio y tragarse la llave”. En 1999, Calamaro ya había demostrado su capacidad para crear música a gran escala con su disco doble Honestidad brutal, que incluía 37 canciones. El Salmón fue una continuación de esa explosión creativa, pero a una escala aún mayor.
El músico argentino se había propuesto desafiar las convenciones de la industria musical, desafiando los formatos tradicionales de álbumes con un trabajo extenso y lleno de canciones inéditas. El Salmón no solo demostró la valía de una obra en toda su magnitud, sino que también fue un gesto anticapitalista, un acto de rebeldía frente a las estrategias de marketing de la época.
Un periodo de excesos creativos
La historia de El Salmón se remonta a los inicios del nuevo milenio, un periodo en el que Calamaro se sumergió en un proceso creativo intenso, acompañado por su colaborador de siempre, Marcelo Scornik. Ambos se encerraron en el departamento de Calamaro, ubicado en la calle Pacheco de Melo, en un ambiente que se asemejaba a un búnker musical.
Las noches eran largas y llenas de excesos, pero también de música. Calamaro y Scornik compusieron, grabaron, mezclaron y copiaron canciones sin parar, trabajando sin descanso durante días. El resultado de este proceso creativo intenso fue una colección de 103 canciones que finalmente vieron la luz en El Salmón.
Un disco que rompe con las reglas
El Salmón fue un disco revolucionario en muchos sentidos. No solo por la cantidad de canciones que contenía, sino también por la forma en que Calamaro decidió presentarlo al entorno. En lugar de seguir los formatos tradicionales de la industria, Calamaro optó por una caja de cartón artesanal, un gesto que reflejaba su deseo de romper con las convenciones establecidas.
El disco fue lanzado en octubre de 2000 en Argentina y unos días más tarde en España. El Salmón se convirtió en un hito en la carrera de Calamaro, un disco que desafió a la industria y que sigue siendo un testimonio de su talento musical y su capacidad creativa.
Un legado de música
El Salmón es un disco que ha dejado una huella imborrable en la historia de la música argentina. Es un testimonio de la capacidad de Calamaro para crear música a gran escala, un trabajo que ha inspirado a muchos artistas y que sigue siendo un referente para la industria musical.
El Salmón es un disco que no se puede ignorar. Es un trabajo que desafía las convenciones, que rompe con las reglas y que nos recuerda la importancia de la música como forma de expresión. Es un disco que se puede escuchar una y otra vez, un disco que nunca deja de sorprender.
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