Sebastián piana: el maestro de la milonga

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Sebastián Piana (1903-1994) fue un reconocido músico, compositor, director de orquesta y pianista argentino, dedicado a la música de tango. Su nombre se asocia inextricablemente con la milonga, un género musical que revitalizó con su talento y creatividad.

Nacido en Buenos Aires en 1903, Piana mostró una precocidad musical desde temprana edad. Su padre, peluquero y músico aficionado, lo introdujo al entorno de la música, regalándole diversos instrumentos y fomentando su pasión. A los 10 años, ya estudiaba música junto a su padre, y posteriormente se formó en el Instituto Musical Odeón, con el maestro D´Agostino.

Su talento lo llevó a debutar en un trío infantil a los 12 años y, profesionalmente, a los 17 años en un cine de barrio. Además de su pasión por la música, Piana también era profesor de piano, lo que demuestra su profunda conexión con este arte.

Tabla de Temas

El Encuentro con Homero Manzi

En 1926, Piana conoció a Homero Manzi, un letrista de tango que se convertiría en un colaborador fundamental en su carrera. Juntos compusieron numerosas obras, que marcaron un hito en la historia del tango. La colaboración entre Piana y Manzi dio lugar a tangos tan famosos como "Milonga del 900", "Milonga Sentimental", "Milonga Triste", "El Pescante" y "Negra María".

El Legado de Piana: La Milonga como Música

Piana no solo compuso tangos memorables, sino que también fue un renovador de la milonga. En una época en la que este género se limitaba a la letra, Piana la elevó a un nuevo nivel, enfatizando la música como elemento fundamental. Su visión de la milonga como un género musical completo, con una estructura melódica definida, la convirtió en una de las expresiones más importantes del tango argentino.

Su legado se extiende a través de más de quinientos temas, incluyendo tangos como "Silbando", "Tinta Roja", "De Barro", "No Aflojes" y "El Parque de Artillería", que siguen siendo interpretados y admirados en la actualidad.

Una Trayectoria Inolvidable

A lo largo de su carrera, Piana no solo se dedicó a la composición, sino que también fue director de orquesta y un reconocido pianista. Su pasión por la música lo llevó a seguir creando y enseñando hasta sus últimos años. Murió en Buenos Aires en 1994, dejando un legado que continúa inspirando a generaciones de músicos y amantes del tango.

El Legado de Piana en el Tango

Piana fue un maestro del tango, que supo capturar la esencia de este género musical en sus composiciones. Su talento para la melodía y su capacidad para expresar emociones a través de la música lo convirtieron en uno de los compositores más importantes del tango argentino. Sus obras, especialmente sus milongas, siguen siendo parte fundamental del repertorio de los tangos más famosos.

Su influencia se extiende más allá de la música. Piana también fue un defensor de la cultura argentina y un promotor del lunfardo. Fue presidente de la Academia Porteña del Lunfardo, un reconocimiento a su amor por el idioma y la cultura de su país.

Sebastián Piana dejó una huella imborrable en la historia del tango. Su música sigue viva, resonando en los corazones de quienes aprecian la belleza y la emoción de este género musical tan singular.

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