Eduardo Beltrán Iturriaga, conocido artísticamente como Wali Iturriaga, es un artista e influencer que ha conquistado las redes sociales con su humor irreverente y personajes memorables. Este humorista, famoso por sus pelucas rubias y sus videos virales, nos cuenta su historia, sus inicios en el teatro, su explosión en las redes sociales y cómo ha logrado mantener un equilibrio entre su carrera y su vida familiar.
De Gimnasio a las Redes
Si bien Wali Iturriaga siempre tuvo una inclinación hacia lo artístico, su vida profesional se centró en el entorno del fitness. Durante 20 años se dedicó a entrenar gente, un camino que, según él, si bien le gustaba, no era su verdadero sueño. Su pasión por la actuación lo llevó a estudiar teatro, pero fue en las redes sociales donde encontró su verdadera vocación.
“Ver todo lo que se podía generar a través de las redes me abrió la cabeza”, admite Wali. Su carrera en el entorno digital comenzó de manera inesperada con un video de humor junto a Stephanie Demner, el cual tuvo un éxito resonante. “Yo tenía unos 10 mil seguidores, que en ese momento era mucho, pero era todo más enfocado en el gimnasio y cada tanto algo de humor. De a poco empecé a grabar videos jugando con mis hijos, con mi mujer, me ponía una peluca”, cuenta el humorista.
Las pelucas, inicialmente un elemento de juego, se convirtieron en su sello de identidad. Con personajes como Cachilo, una caricatura de un villero correntino, logró conectar con su público y realizar acciones solidarias. “Me ponía la peluca y unos dientes postizos y me metía en los barrios para juntar cosas para ayudar a quienes tenían alguna necesidad o enfermedad”, recuerda.
El Fenómeno La Jenny y Juan Carlos
Entre sus múltiples personajes, un matrimonio ficticio compuesto por La Jenny y Juan Carlos se convirtió en su creación más popular. Esta pareja, caracterizada por su toxicidad y sus “red flags”, ha generado controversia y risas a partes iguales. “Mis hijos hablan de La Jenny y de Juan Carlos como si existieran”, confiesa Wali.
“A mí lo que me pasa mucho en las redes y no pasa en otro ámbito es que la gente critica o juzga mucho al personaje y no al actor que está interpretando. Se entiende que es ficción”, explica el humorista. “La Jenny es una mujer que muestra su vida con toda la locura que tiene, es tóxica, celosa, el marido también es celoso, pero más guardado, más pollerudo, víctima, si se quiere. Pero no tienen nada que ver conmigo. Son dos personajes como si en este momento estás haciendo una a Guillermo Francella e hizo un persona de asesino y uno no va a pensar que él es un asesino.”
Wali reconoce que el humor no tiene límites, pero considera que hay ciertos límites que no debe traspasar. “Desde el otro lugar en el que sabemos que estamos conviviendo con un montón de cositas, que cualquier cosa puede molestar a alguien, sí hay un montón de límites y de cosas que yo no las hago”, explica.
A pesar de las críticas que pueden surgir, el panelista está convencido de que sus personajes reflejan la realidad de muchas parejas. “Los mensajes que más me llegan es de parejas que están viviendo alguna situación así y me dicen: “¡Qué loco! Con mi mujer discutíamos por esto y hoy vemos un video y hoy nos podemos reír y podemos hacer una especie de terapia con todo lo que estábamos pasando”.
La Rutina de un Humorista Familiar
Wali Iturriaga, junto a su esposa Milagros Pérez (Mity) y sus cinco hijos, llevan una vida llena de actividad. El humorista equilibra su carrera con la familia, pero reconoce que su ritmo de vida es bastante intenso. “Duermo dos horas por día, tres a lo sumo porque todo el tiempo que no estoy trabajando, estoy dedicado 100 por ciento a mi familia, a mis 5 hijos. Está mal, pero yo me siento bien haciendo eso”, confiesa.
Su día a día se divide entre las funciones de teatro, la crianza de sus hijos y su faceta creativa. “A la noche es mi momento creativo. Es donde despierto todos los sentidos. Cuando vuelvo me pongo a escribir hasta las 5 de las mañana”, cuenta.
A pesar de la exigencia de su carrera, Wali trata de mantener una vida sana y compartir tiempo con sus hijos. “Voy con mi hijo a andar en skate”, dice.
Las Críticas y la Exposición de sus Hijos
El humorista reconoce que recibe críticas en las redes sociales, pero asegura que las considera constructivas. “Las críticas para mí siempre son constructivas, escucho mucho y aparte me debo completamente al público”, explica. “Para mí es entregarme de lleno, sé que parte de mi trabajo es salir a la calle, sacarme hasta la última foto afuera del teatro. Mi show dura dos horas y yo estoy dos horas más afuera.”
Wali Iturriaga ha expuesto a sus hijos en las redes sociales desde que eran pequeños, lo cual le ha generado algunos cuestionamientos. “Es algo que todo el tiempo me planteo y replanteo ¿está bien? ¿está mal?”, comenta. “Siento que las redes para mí son una gran familia y lo tomo en serio. Soy como inocente en eso, pero entiendo que hay un montón de cosas malas que pasan y muchas veces la gente me escribe y me advierte.”
El humorista está consciente de la importancia de proteger la privacidad de sus hijos, pero también reconoce que la exposición de su familia es parte de su vida pública. “Yo soy como más inocentón en ese sentido”, admite.
La historia de Wali Iturriaga es un ejemplo de cómo la pasión, el humor y la familia pueden converger en un camino exitoso. El humorista, con sus personajes memorables y su energía contagiosa, ha logrado conquistar el corazón del público y convertirse en un referente del humor argentino.
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