Es una pregunta frecuente entre las madres lactantes: ¿puedo alisarme el pelo si estoy dando el pecho? La respuesta no es tan simple y depende en gran medida del tipo de alisado que se realice y de los productos utilizados.
Cómo afecta el formol en la lactancia
Muchos productos para el alisado, especialmente los alisados a base de formol o alisado brasileño, contienen formaldehído o glutaraldehído. Estas sustancias tienen capacidad mutagénica y son potencialmente cancerígenas. Su uso se ha limitado en muchos países debido a estos riesgos.
Otros productos para alisar, como el hidróxido sódico, el hidróxido de litio, el hidróxido de calcio o el tioglicolato de amonio, utilizados en el alisado japonés, no son mutagénicos y se consideran más seguros.
Recomendaciones para la lactancia y el alisado
Si decides realizarte un alisado durante la lactancia, tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Evita los productos que contengan formaldehído o glutaraldehído.
- Cumple las normas de seguridad de empleo que vienen en los envases.
- Mantén el área del pecho limpia y evita que el producto entre en contacto con tu piel.
- Usa el pelo corto o recogido para evitar la absorción de compuestos potencialmente tóxicos por parte del lactante.
- Consulta con tu médico o especialista en lactancia antes de realizarte cualquier tipo de tratamiento capilar.
¿Puede el formol pasar a la leche materna?
Aunque el formol es rápidamente destruido en plasma y tejidos, es poco probable que el formaldehído inhalado o en contacto con la piel se transfiera de la madre al lactante a través de la leche materna.
Sin embargo, los productos con formol son riesgosos para el bebé independientemente de que la madre amamante o no. El residuo que queda en la ropa y el cuero cabelludo puede entrar en contacto con el bebé, exponiéndolo a la sustancia.
Después de un procedimiento de alisado, se recomienda no lavar el cabello durante algunos días, por lo que el residuo permanece y puede entrar en contacto con el bebé.
Cómo afecta la keratina en la lactancia
La keratina es una proteína que se encuentra naturalmente en el cabello. Los tratamientos de keratina buscan fortalecer y alisar el cabello, y en general, no se consideran peligrosos para la lactancia.
Sin embargo, algunos productos de keratina pueden contener formaldehído u otros químicos que sí son dañinos para la salud del bebé. Es importante leer la etiqueta del producto y asegurarse de que no contiene ingredientes nocivos.
Recomendaciones para la keratina durante la lactancia
Si decides realizarte un tratamiento de keratina durante la lactancia, es importante:
- Elegir un producto que no contenga formaldehído u otros químicos dañinos.
- Realizar el tratamiento en un salón de belleza acreditado y con profesionales cualificados.
- Evitar el contacto del producto con tu piel , especialmente en el área del pecho.
- Ventilar bien el ambiente durante y después del tratamiento.
- Lavar el cabello con shampoo y acondicionador suaves después del tratamiento.
Es recomendable evitar los alisados con formol durante la lactancia. Si decides realizarte un alisado, asegúrate de que el producto no contiene formaldehído o glutaraldehído, y toma las precauciones necesarias para proteger a tu bebé.
Los tratamientos de keratina generalmente son seguros para la lactancia, siempre y cuando no contengan formaldehído u otros químicos dañinos. Es importante elegir un producto de calidad y realizar el tratamiento en un lugar seguro.
Recuerda que la lactancia es un momento especial para ti y tu bebé, y es importante tomar decisiones que protejan la salud de ambos.
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